RECURSOS DIDÁCTICOS ONLINE

   Hasta hace poco, creía que la tarea de realizar ejercicios didácticos interactivos online sería algo muy complicado y sobre todo lioso, pero e he llevado una gran sorpresa cuando he comenzado a investigar.

   Existen innumerables fuentes donde encontrar cursos, plataformas, ejemplos, etc. que te ayudan a hacer actividades muy diversas (puedes utilizar texto, video, audio, imágenes,...) y de  una forma increíblemente sencilla.

  Está claro que el miedo que muchos tienen a comenzar a usar estas herramientas proviene de que se nos presenta como algo nuevo y desconocido, pero ha habido muchas personas que ya han dado el salto y se han ido ocupando de allanarnos el terreno a los que vamos después.

    La página que voy a enlazar a continuación, te permite crear test a modo de concurso (con su puntuación, sus pulsadores,...) sobre casi cualquier tema. Además, podemos utilizar de guía sonidos, imágenes o vídeos.

    Este que dejo aquí, es un pequeño concurso que trata de que los alumnos aprendan a diferenciar los instrumentos solistas que intervienen en diferentes canciones u obras de diferentes estilos. Esta destinado alumnos de primaria, por tanto algunas respuestas son bastante obvias y puede resultar un poco aburrido para personas con cierto nivel en audición musical. La asignatura para la que es aplicable es para aquellas que pertenezcan al área de Música, pero esta herramienta permite hacer actividades muy entretenidas para casi cualquier otra área. 

   El hecho de presentar las canciones de forma audiovisual, ayuda a los alumnos a mantener la atención e incluso puede servirles de ayuda ya que puede aparecer la imagen del instrumento correcto en la pantalla. De esta forma, si los alumnos realizan la actividad de manera concentrada, les ayudará a desarrollar la selección auditiva. 

    He tenido cuidado de elegir estilos musicales variados, para evitar la monotonía en la que muchos profesores caen a la hora de presentar actividades de este estilo, pecando de utilizar exclusivamente obras clásicas. En mi opinión, la música clásica es muy importante y por tanto de obligatorio estudio, pero los tiempos nos han enseñado que la música alimenta nuestras emociones. Cuando vemos una orquesta tocando, si esta es buena, vemos a todos sus interpretes sintiéndola al máximo.

    Cuando vemos a una buena banda de Rock and Roll (por ejemplo), la pasión que ponen y lo que llegan a trasmitir al oyente esta a la altura de la música clásica. Por tanto, son géneros muy diferentes, pero cada uno aporta una cosa. 

http://www.quizrevolution.com/ch/a170340/go

    Para concluir, decir que esta web permite publicar los recursos didácticos realizados en diferentes redes sociales, lo cual resulta muy útil para dar a conocer la actividad y para acceder a ella.

SOFWARES MUSICALES EN LA EDUCACIÓN

    Muchas veces, a la hora crear nuestra propia música, te das cuenta de la manera en que las nuevas tecnologías se han preocupado por ponernos las cosas un poquito más fácil. Programas como el Melody o el Encore son capaces de transcribir instantáneamente a papel (una vez se haya impreso, claro) aquello que interpretemos vía MIDI.

    No nos es útil solo para ahorra tiempo, sino que también te permiten probar cosas nuevas en tiempo real, abriendo así muchas más posibilidades ya que puedes desentenderte un poco de lo ya trabajado y centrarte cien por cien en la experimentación.

    En el terreno educativo convendría que los alumnos se fueran formando en base a estas nuevas plataformas. Estas aplicaciones, lejos de resultar perjudiciales, hacen mucho más accesible el aprendizaje de la armonía musical ya que al interactuar directamente sobre ella son más conscientes de los cambios y los diferentes modos existentes. 

    Muchas personas creen que el uso de estas herramientas supone una un paso atrás, ya que ven en ellas el peligro de hacer vagos a los alumnos. Muchos dicen que les proporciona facilidades excesivas, haciéndoles prácticamente todo el trabajo sin la necesidad de que estos aprendan y retengan los conceptos necesarios, pero lo que realmente sucede es que se interiorizan de una forma natural. Muchos más natural que forzándoles a memorizar intervalos, armaduras, etc. El alumno, al trabajar directamente con el teclado, observa las consecuencias de sus acciones directamente mediante el sonido que el programa genera. Así puede apreciar si los sonidos son más graves o agudos, más largos o cortos, fuertes o pianos, etc. Por tanto, tachar a las nuevas tecnologías de promover la vagues en los estudiantes puede ser síndrome de ignorancia. Ignorancia propulsada por muchos profesores y maestros estancados en metodologías prehistóricas que aún hoy en día se puede ver con mucha facilidad en cualquier centro escolar. 

    A parte de estos programas, la red cuenta con innumerables webs en la que se explica a modo un poco enciclopédico los conceptos musicales básicos (muchos llegan a ampliar la información hasta niveles realmente altos). También, como es el caso de la que enlazo a continuación, proporciona la posibilidad de trabajar sobre un teclado.

http://www.musipedia.org/js_piano.html 

  Para terminar, siempre he creído necesario para un músico o futuro músico, el que aprendan a manejar secuenciadores musicales como el Pro Tools, Garage Band o Cubase entre otros muchos. Estos sofwares permiten hacer grabaciones (de máxima o de poca calidad, dependiendo de la inversión en equipo que se haga) de nuestras propias canciones. 

   Para trabajar con ellos se necesitan nociones musicales, ya que se trabaja sobre una barra temporal (ritmo de la canción) y muchas veces se tendrá que manipular la armonía vía MIDI o tocándola nosotros mismos con un instrumento.

   Si se prestaran horas a impartir clases en horario extraescolar sobre estos conceptos, muchos alumnos verían la música de otra forma. Se sentirían más involucrados en los conceptos que queremos trasmitir, ya que gracias a estas herramientas, les proporcionamos un fin; y no es otro que el de que ellos mismos puedan crear su propia música. 

                                                                                                                             Abel Lorenzo Gómez